Uno de mis libros favoritos es El principito, es una historia hermosa. Debo de confesar que al final llore, soy una chica muy sentimental. Pero vallamos al punto, recomiendo este libro, es maravilloso, la manera de escribir de Saint Exupéry, los detalles, todo.
Aquí les dejo unas frases e imágenes, disfrútenlo.
Todas las personas mayores fueron antes niños (pero pocas lo
recuerdan).
Cuando encontraba una persona que me parecía un poco lucida,
lo sometía a la experiencia de mi primer dibujo, pues como siempre lo conserve.
Quería saber si era realmente compresiva. Pero siempre me respondía: ‘’Es un
sombrero’’. Para entonces no les hablaba ni de serpientes boas, ni de selvas
vírgenes, ni de estrellas. Mejor me ponía a su altura: les hablaba de golf,
bridge, política y corbatas. Y la persona mayor quedaba muy satisfecha de
conocer un hombre razonable.
Los adultos gustan de cifras. Cuando ustedes les hablan de
un nuevo amigo, nunca preguntan sobre lo esencia. Jamás dicen: ¿Cuál es el
timbre de su voz?, ¿Qué juegos prefiere? ¡Acaso colecciona mariposas!, ¡No!
Preguntaran: ¿Cuál es su edad?, ¿Cuántos hermanos tiene?, ¿Cuánto pesa? Solo
entonces creerán conocerlo. Si les dicen a las personas mayores ‘’He visto una
casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el
techo’’…nunca llegaran a imaginarse la casa. Hace falta decirles: ‘’He visto
una casa de cien mil francos’’. Solo así exclamarán: ¡Oh que hermosa es!
-Un día vi
la puesta de sol ¡cuarenta y tres veces!-y más tarde añade-¿Sabes?...cuando uno
está muy triste le gustan las puestas de sol…
-¿Estabas tú
muy triste cuando contemplaste las cuarenta y tres puestas del sol?
Pero el
principito no respondió.
Me hubiera gustado
comenzar la historia como si fuera un cuento de hadas, entonces diría: ‘’Érase
una vez un principito que vivía en un planeta tan poco mayor que él, que tenía
la necesidad de un amigo…’’
Además me dijo:
-¡No supe
comprender nada has entonces! Debí de juzgarla por sus actos, pero no por sus
palabras. ¡No debía de escaparme! La flor me perfumaba y me iluminaba. Debí de
haber adivinado su tenura detrás de sus pobres astucias. ¡Las flores son tan
contradictorias! Pero yo era demasiado joven para saber amarla.
Luego
añadió:
-Ya no
esperes más porque es doloroso. Has decido irte, vete ya.
Era una flor
orgullosa, no quería que la viera llorar.
-¡Ah!, es un
súbdito-dijo el rey al ver al principito.
Y el
principito se preguntó:
‘’ ¿Cómo él
puede reconocerme su nunca antes me ha visto?’’
No sabía que
el mundo es muy sencillo para los reyes. Todas las personas son sus súbditos.
-¡Ah!, ¡ah!
¡He aquí la visita de un admirador!-exclamo de lejos el vanidoso cuando vio al
principito. Pues para los vanidosos, los otros hombres son admiradores.
-¿Qué
significa admirar?
-Admirar
significa reconocer que soy el hombre más hermoso, el mejor vestido, el más
rico, y el más inteligente del planeta.
-¡Pero tú
eres el único hombre que habita en este planeta!
-Entonces compláceme,
¡admírame!
-Te
admiro-dijo el principito encogiéndose de hombros- ¿pero de que te sirve?
-¿Y dónde
están los hombres?-pregunto al fin el principito-Se siente uno solo en el
desierto.
-También se
está solo entre los hombres-afirmo la serpiente-
-¿Los
hombres? Existen, creo que hay seis o siete; hace años que los vi, pero se sabe
nunca donde se encuentran. El viento los pasea. No tienen raíces y eso les
disgusta mucho.
-¿Quién eres?-dijo
el principito-
-¿Quién
eres?..., ¿quién eres?..., ¿quién eres?...-respondió el eco.
-Sean mis
amigos, yo estoy solo-le dijo.
-Yo estoy
solo…, yo estoy solo…, yo estoy solo-respondió el eco.
Después aún
se dijo: ‘’Me creía rico con una flor única y no tengo más que una rosa común.
Esta y mis tres volcanes que me llegan a la rodilla, de los cuales uno está
apagado y tal vez para siempre, no hacen de mi un gran príncipe…’’
Y recostado
en la hierba, lloró.
-Los hombres
–dijo el zorro- tienen fusiles y cazan. ¡Es muy molesto! Pero también crían
gallinas. Es su único interés. ¿Tú buscas gallinas?
-No-contesto
el principito-yo busco amigos.